En casa, la buena salud de las finanzas familiares contribuye a que todas las necesidades de los miembros de la familia sean cubiertas, por ejemplo, las de vivienda, educación, salud, vestido e incluso la recreación.

Regularmente, los padres proyectan cada año qué gastos fuertes podrían tener, algo que les ayuda a saber cómo manejarán el año y qué acciones tomarán con los ingresos que recibirán cada mes, además de organizar los gastos y pagos que deben hacer periódicamente.

Así, como en un hogar, la Familia SBS también proyecta, planifica y organiza sus finanzas, para que el presupuesto de cada año alcance para cubrir las necesidades esenciales de los niños, niñas y adolescentes que tiene a su cargo.

A esto, en términos técnicos, se le llama ejecución presupuestaria, que no es más que el correcto uso del dinero que el Ministerio de Finanzas le asigna a la Secretaría de Bienestar Social cada año, y el cuál es necesario utilizar de forma adecuada.

Como toda familia, la Familia SBS está conformada por diferentes miembros a quienes se les asigna cierta cantidad para utilizar durante el año; es decir que, a las subsecretarías de Prevención, Protección y Reinserción, además de las sedes departamentales y el área administrativa, reciben un monto específico según el número de personas que atienden y las necesidades que cada una tenga durante cada periodo fiscal.

¿Cómo se ejecuta el presupuesto de forma eficiente?

Durante 2022, la Secretaría de Bienestar Social recibió una asignación presupuestaria de Q300 millones, recursos que se ejecutaron en un 98.72 %, lo cual significa se utilizó de forma correcta, por medio de la buena aplicación de procedimientos y normativas, según explicó el director financiero, Rolando Cano.

“A nosotros nos rige el Ministerio de Finanzas, el cual nos instruye sobre cómo ejecutar los recursos, pero para llegar a una buena ejecución fue necesario emitir normativas internas como el Manual de Normas y Procedimientos, además de los reglamentos que sirven para saber cómo administrar los fondos rotativos”, indicó.

A decir de Cano, las mejoras en la ejecución del presupuesto comenzaron a ser visibles a partir del 2020, pues se vio un aumento cada año. Así, en 2021 se ejecutó el 98.31 % de los recursos y, en 2022, el 98.72 %.

Para esto, las normativas y reglamentos son puntos clave, pues exigen que los procedimientos contables y legales sean cumplidos con orden y eficiencia para evitar atrasos.

“Otra parte importante es que toda la documentación que se genere sea eficiente, que esté en su sustento legal y contable. Si los documentos vienen incompletos, por ejemplo, y no se llenan los requisitos según las leyes vigentes, entonces eso atrasa nuestra ejecución”, comentó.

Para el 2023, se asignó un presupuesto de Q305 millones, Q5 más que en el 2022. Este monto será distribuido para su uso entre los programas de la Familia SBS, para brindar servicio y atenciones a la niñez y adolescencia.

Texto: Cecilia García
Fotos: Luis Sajché