El bullicio, la música, el olor a elotes locos recién cocidos y la alegría se respiraba en el ambiente. Para *José era algo nuevo, nunca había experimentado la emoción de estar en una feria; sus ojitos le brillaron al ver que la residencia donde convive con sus compañeros se había convertido en un espacio de recreación muy singular. Cuentan sus educadores que le costó conciliar el sueño la noche anterior, estaba muy feliz.

No hay agosto sin feria

Junto con sus amigos jugaron futillo, ping pong, una jenga gigante, pero el momento más divertido fue cuando hicieron carreras de encostalados junto al secretario Pancho Molina, quien felicitó a todo el equipo multidisciplinario de la residencia Diamante I, por todo el amor y la dedicación puesta en esta actividad, que forma parte del proceso terapéutico de cada uno de los niños y adolescentes.

El COVID-19 dejó a las y los guatemaltecos sin fiestas agostinas, pues el distanciamiento social es obligatorio para preservar la salud y mantenerse libre de contagio, sin embargo, al no tener contacto con el exterior, los adolescentes sí pudieron disfrutar de la algarabía.

“Lo importante es entender que estos niños y adolescentes no han tenido contacto con el exterior. Ellos están salvaguardados en estas instalaciones, es por eso que se puede permitir este tipo de actividades que los mantiene entretenidos, alegres y con pensamientos positivos para su futuro”, expresó Molina, quien disfrutó con los chicos de todos los juegos y la comida.

En las manos y brazos de *José ya no cabía más comida, hasta los dientes utilizó para cargar su abastecimiento. Llevaba su elote loco, un helado, una bolsa con chicharrines, tostadas de salsa y guacamol, ricitos y deteniendo con la boca, su vaso de atol. Verlos tan alegres y con tanta emoción sin duda fue la mejor recompensa para la Familia SBS.

“De varios adolescentes nació el deseo de saber qué era la feria y en qué consistía y así fue como organizamos esta actividad. En esta residencia se han respetado todos los protocolos de prevención y contención por el COVID-19 para salvaguardar la salud de la niñez y adolescencia atendida, así como del personal”, expresó Walter González, administrador de Diamante I.

Estas actividades forman parte de la política de Ocio Cero, implementada por Molina en la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, lo que permite reforzar los lazos afectivos de la niñez y adolescencia, canalizar su energía de manera positiva, mantenerlos ocupados, activos, en constante formación ciudadana y académica, amados y felices, básicamente prepararlos para ser buenas y buenos adultos.

En esta pandemia, Guatemala no se detiene y la Familia SBS, tampoco. Esta actividad fue gracias a la extraordinaria entrega de las heroínas y héroes SBS. #JuntosSaldremosAdelante