SERVIDORES CÍVICOS DE LAS CUATRO CASA JOVEN DE LA SBS, IMPULSAN PROYECTOS COMUNITARIOS

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Los Servidores Cívicos de las cuatro Casa Joven, de la Secretaría de Bienestar Social –SBS-, ubicadas en Villa Nueva, Peronia, Palencia y Mixco presentaron sus proyectos comunitarios, en los cuales trabajaron durante dos meses para obtener el diagnóstico, sobre los problemas que más afectan a sus comunidades. 

Evelyn Santiago, encargada del programa Casa Joven, indicó que los resultados de los estudios en las sedes de Peronia y Villa Nueva se centraron en violencia y sus múltiples formas; mientras que en Palencia el problema más recurrente, fue embarazos tempranos y en Mixco temas relacionados al ciberbullyin y el suicidio. 

Santiago explicó que la mayoría de los Servidores Cívicos, viven en áreas de riesgo social y por esta misma razón, buscan este tipo de programas de servicio voluntario para generar un impacto positivo en otros chicos de su edad. 

De acuerdo a Santiago, la convocatoria general para participar la realiza el Ministerio de Gobernación, encargado del programa de Servicio Cívico, y se replica por medio de las Casas Jóvenes. “Nosotros captamos a los muchachos más fácil porque ya otros que han participado se encargan de divulgar la información”, agregó.

Katherine Estrada, una de las voluntarias,  expresa que la experiencia como Servidora Cívica ha sido gratificante, porque puede ayudar a otros jóvenes de su edad. “Nosotros nos capacitamos para poderles brindar a ellos una mejor información sobre los temas que los afectan”, dijo.

De las situaciones que más le impactaron durante la investigación, fue ver a niñas involucradas en drogadicción o que ya son madres. Aunque Katherine no se encuentra en riesgo social, dice que el Servicio Cívico es un buen programa, porque les da voz a aquellos jóvenes que no son escuchados.

El panorama es diferente para Fernando Castillo, un chico que contó que desde pequeño creció en las calles y que encontró en el Servicio Cívico un espacio para reencausar su vida. “Casa Joven me está ayudando personalmente, me está capacitando y estoy aprendiendo muchas cosas.

Yo quería ingresar al programa desde hace dos años, pero es hasta ahora que tengo la oportunidad, que es buena, porque nos ayuda a alejarnos de las cosas malas de la calle y además me gusta ayudar a los demás porque cuando estaba pequeño necesité de personas que me explicaran más las cosas, pero lamentablemente no las tuve y por eso quiero aportar a mi comunidad”, manifestó.

Para Fernando lo más impactante del estudio fue darse cuenta que en los centros educativos tanto públicos como privados, no se les da una buena orientación a la niñez y adolescencia respecto a temas como embarazos tempranos. “Nos dimos cuenta que las niñas no saben sobre métodos anticonceptivos y de protección, cuando hablé del tema preguntaron cosas que son básicas”, agregó.

Este año 2019 se inscribieron en total 157 participantes de ocho departamentos, mientras que en 2018 se logró la certificación de 131, que cumplieron con la ejecución del 100 por ciento de horas de capacitación en 154 centros educativos y 84 comunidades del país. 

Entre las localidades a donde llega el programa están Zacapa, Suchitepéquez, Quetzaltenango, Jutiapa, Escuintla, Sololá y Baja Verapaz, así como Guatemala. Previo a esta fase, los jóvenes fueron capacitados para que pudieran convertirse en entes replicadores y así generar un impacto positivo.