Medidas Socioeducativas es la dirección de la Subsecretaría de Reinserción que se encarga de dar atención a las y los adolescentes referidos por los juzgados de Niñez y Adolescencia que deben cumplir con sanciones no privativas de libertad.

En esta laboran profesionales de distintas disciplinas que se encargan de brindar terapias psicológicas, orientaciones sociales y seguimiento educativo, tanto para que se cumpla lo ordenado por los juzgados, así como para que las y los adolescentes encuentren guía para construir un mejor futuro.

Es así como durante 2023, 919 adolescentes fueron referidos a esta dirección para cumplir con su sanción, siempre teniendo en cuenta el principio de justicia especializada para brindarles más oportunidades.

Adolescentes fueron atendidos en cada una de las extensiones, programas y sedes departamentales, bajo la guía de Medidas Socioeducativas durante 2023
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Estos servicios se prestan por medio de las extensiones de Medidas Socioeducativas en Chimaltenango, Escuintla, Quetzaltenango, Coatepeque, en las oficinas centrales, así como en los programas de Remisiones y del Modelo de Atención Integral de Justicia Penal Juvenil.

Karina Ruano, directora de Medidas Socioeducativas, indicó que en esta dirección de la Secretaría de Bienestar Social también se atiende a las y los adolescentes que tienen sanciones privativas de libertad, y que han sido beneficiados con régimen semiabierto.

La educación forma parte de uno de los ejes importantes del trabajo de esta dirección, por ello las y los adolescentes en proceso de reinserción cuentan con formación en las etapas de primaria, básico y bachillerato en Ciencias y Letras, con especialidad en Productividad y Emprendimiento en el Centro de Educación Extraescolar -CEEX-, en el que se atendieron a 1283 adolescentes inscritos.

Además, la dirección también cuenta con un ala de educación técnica con el Centro de Capacitación y Formación Integral -CCFI- en el que las y los adolescentes reciben cursos de panadería, repostería, cocina y computación.

En este son 355 adolescentes con régimen semiabierto, quienes durante este año aprendieron en el CCFI y ahora cuentan con una certificación para contar con mejores oportunidades laborales y opciones para emprender.

“Sentimos mucha satisfacción al trabajar en la atención de los adolescentes y que así tengan segundas oportunidades; que con nosotros encuentren espacios para salir adelante y realizar cambios significativos en sus vidas, en su familia y en la sociedad en general. Este es un trabajo que hacemos con el corazón, con el único objetivo de lograr su reinserción”, recalcó Ruano.

Texto: Cecilia García
Fotografías: Archivo SBS