Delia* apenas tenía un año de edad cuando su vida cambió para siempre, y a partir de ese momento tuvo que enfrentarse a grandes retos, que ha superado poco a poco. Hoy, se prepara para convertirse en una abogada que luchará por la equidad y la justicia.

Su historia comenzó a esa tierna edad, cuando fue ingresada a un hogar de protección y abrigo; tiempo después fue reintegrada a su familia. Cuando comenzaba su adolescencia su mamá fue privada de libertad, por lo que Delia*, y sus cuatro hermanos menores fueron ingresados en el sistema de protección en un hogar privado.

Tenía 16 años cuando su vida volvió a dar un giro: fue reintegrada con una tía, pero eso duró poco y de nuevo fue institucionalizada, esta vez al Programa de Atención a la Niñez y Adolescencia Víctima de Violencia Sexual con Enfoque de Género, Quetzaltenango, donde comenzó la fase más intensa de su recuperación y avance.

Poco a poco recibió atención psicológica, personal, educativa y fue así como, en 2022, se convirtió en la única alumna graduada de diversificado, al obtener el título de Bachiller en Emprendimiento y Productividad. Ahora, Delia* está preparada para comenzar el proceso de inscripción en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la carrera de Derecho.

“Me siento muy emocionada, sé que he recorrido un camino bastante largo para llegar hasta aquí. Me demostré a mí misma que sí puedo salir adelante para ser una profesional”, expresó Delia*.

El grupo de docentes que formará parte del ciclo escolar 2023 del Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia víctima de Violencia Sexual con Enfoque de Género.

Su logro es uno de los resultados de la restitución al derecho a la educación que se le brinda a las niñas, niños y adolescentes de la Familia SBS. Para ello se les inscribe en el sistema regular del Ministerio de Educación, mientras que otros, por diferentes razones, en modalidades flexibles como el Programa Nacional de Educación Alternativa (Pronea) y la Dirección General de Educación Extraescolar (Digeex).

Diego De León, coordinador pedagógico del programa en Quetzaltenango, indicó que en la residencia son 77 las alumnas inscritas en etapas educativas; siendo dos etapas en primaria, dos en básicos y una en diversificado.

“Este año también vamos a tener modalidades flexibles, eso quiere decir que las adolescentes en básico y diversificado van a poder cursar y ganar no solo uno, sino dos grados, y esa es una gran ventaja para que avancen, alcancen su edad escolar adecuada”, apuntó.

Estudiar es una de las motivaciones para salir adelante

A más de 200 kilómetros de Quetzaltenango, en la Ciudad de Guatemala, funciona el Departamento de Protección contra el Maltrato en todas sus formas, en el que 93 adolescentes, hombres y mujeres, fueron inscritos para el ciclo escolar 2023.

Carmen Véliz, jefa del departamento, apuntó que es prioritario que todas y todos los adolescentes estudien y se restituya su derecho a la educación, por ello se buscan alternativas para que alcancen el grado que les corresponde y terminen sus estudios.

“Las y los adolescentes sienten gran motivación por estudiar, se enfocan mucho en eso, en sus tareas, más ahora, que muchos de ellos van a poder ir de forma presencial. Les ilusiona convivir con otros niños y niñas, compartir en otros espacios”, aseguró.

Aunque en varios departamentos y programas de la Subsecretaría de Protección aún continúan las inscripciones, para este 2023 se contempla la restitución del derecho a la educación de 635 niñas, niños y adolescentes, quienes darán un paso más hacia sus metas.

Texto: Cecilia García
Fotos: Programa Quetzaltenango y Cecilia García