Para Jessica López, el apoyo que ha recibido del Centro de Atención Integral –CAI- de Huehuetenango es indispensable, ya que mientras ella trabajaba, sus dos hijos se quedaban seguros y bien atendidos por las educadoras, a  excepción de 2020, cuando las clases presenciales fueron suspendidas por el COVID-19.

Sin embargo, dice que sus niños han avanzado bastante este año, incluso su nena que pasa a primero, aprendió a leer. Le ha tocado hacer de madre y maestra, pues ha trabajado disciplinadamente cada guía de trabajo enviada por las educadoras. “Este lugar ha sido de mucha ayuda en el cuidado de nuestros niños, en la alimentación y sobre todo en la educación”, dice.

Mientras recogía sus bolsas con víveres en el CAI, Jessica tuvo la oportunidad de acercarse al secretario Pancho Molina, a quien le agradeció. “No es la cantidad sino la voluntad que tienen de venir a dejarles esto a nuestros niños, porque mientras más unidos estemos, más fácil venceremos esta situación”, le dijo.

Ella está convencida de que como padres de familia, deben ser responsables y colaborar en la educación de los niños para que no se queden estancados. “Fue un poco complicado, pero ya nos vamos acostumbrando a apartar tiempo para el trabajo, para los oficios y para las tareas con nuestros hijos”, asegura.

“Quiero agradecer a SBS por su colaboración con las padres de familia. También quiero agradecer a seño Miriam y a los demás maestros por su valiosa colaboración. Hay que tener fe y confianza porque vamos a salir de esta situación”, finalizó Jessica.