*Diego observa fijamente las luces que adornan el árbol de Navidad, mientras recuerda que hace dos años ingresó en el centro juvenil de privación de libertad. Reconoce que en ese entonces sus acciones y comportamiento eran inadecuados. Pero ahora, su visión de la vida es otra, y espera que al finalizar su sanción pueda resarcir los errores que cometió. 

*Diego es uno de los 25 adolescentes que participó en el proyecto de cultivo de pascuas, que inició en junio de este año en el Centro Juvenil de Detención Provisional -CEJUDEP- Etapa. La iniciativa fue todo un éxito, pues lograron vender las más de 700 flores que cuidaron durante seis meses.

Esta actividad forma parte de la Estrategia 20-24, que prioriza el ocio cero como de sus pilares principales, tanto para las y los adolescentes que permanecen en proceso de reinserción, como aquellos que están en condición de protección por haber sido víctimas de algún tipo de abuso.

Por su buen comportamiento, *Diego puede colaborar en varias actividades dentro de Etapa, en donde además, continuó con sus estudios y aprendió floricultura. Cuenta que desde muy pequeño empezó a ingerir bebidas alcohólicas y que eso hizo que se portara mal con sus padres. Sin embargo, reconoce que ellos nunca le han dado la espalda y se siente agradecido por todo el apoyo que ha recibido.

Su mayor deseo, además de poder reinsertarse en la sociedad y estar con su familia, es convertirse en profesional y ayudar a sus dos hermanos menores para que sigan estudiando y sean hombres de bien. Quiere que su testimonio sirva de ejemplo para que no cometan los mismos errores, pues dice que estar privado de libertad le cambió la forma de ver la vida.