“Lo que uno siembra eso cosecha y esto es una gran oportunidad para mí, porque he aprendido computación, panadería, cocina y repostería”, dijo *Lili, una joven que lleva ya, algunos años cumpliendo una sanción en el Centro Juvenil de Privación de Libertad -CEJUPLIM- Gorriones. 

Durante su sanción *Lili retomó su formación, no solo formal, pues en 2023 se graduó de su bachillerato, sino también inició la técnico laboral, en donde durante el año pasado pudo desarrollar sus habilidades en los talleres del CCFI, que son avalados por el Ministerio de Educación y de los cuales hoy obtuvo cuatro acreditaciones que le serán útiles cuando recupere su libertad. 

La licenciada Luz Guerra, directora en funciones del CCFI, indicó que para obtener estos diplomas las jóvenes debieron cumplir con una acumulación de horas, en las cuales exploraron sus habilidades para poder tener herramientas para enfrentar el mundo de nuevo. 

“Esta actividad tiene mucha relevancia para nosotros por el hecho de que es la primera vez que la realizamos. Los diplomas siempre se han quedado en el CCFI, pero este año estamos cumpliendo con nuestro objetivo de entregarlos y que sean herramientas de superación para ustedes”.
Luz Guerra
Directora en Funciones del CCFI


La directora de Gorriones agradeció el trabajo que los instructores del CCFI realizan con las jóvenes, pues indicó que esa dedicación en cada uno de los talleres ha motivado a las participantes a que puedan ser productivas y desarrollar sus capacidades. También agradeció al equipo técnico y administrativo del  centro que están comprometidos con el proceso de reinserción de las adolescentes. 

*Lourdes, otra de las jóvenes que recibió su diploma agradeció el empeño que el personal pone para enseñarles. “A nosotras nos emociona ir a nuestras clases y que nos expliquen cada uno de los procesos porque esto nos ayudará a que en un futuro podamos tener algún emprendimiento”, 

La entrega de diplomas continuará en los cuatro centros juveniles de privación restantes y que están a cargo de la SBS.

Texto y fotografías: Carolina Hernández

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