“EL CAMINO NO HA SIDO FÁCIL, PERO MI TRABAJO ES DEMOSTRAR QUE LA REINSERCIÓN ES POSIBLE”

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Como el Ave Fénix, *Luis ha resurgido de las cenizas, tras estar siete años cumpliendo sanción en centros de detención juvenil, ahora es un hombre exitoso que trabaja a favor de la niñez y adolescencia, estudia dos carreras universitarias y se dedica a su familia, pero llegar hasta este punto no ha sido fácil, en el camino se ha tenido que enfrentar a las consecuencias de sus decisiones pasadas y a la estigmatización de la sociedad.


Tras dejar el centro de reclusión, hace cinco años, “el camino no ha sido fácil”, dice Luis, pues cuando las personas se enteran de su historia algunas lo felicitan y admiran su tenacidad, mientras que otras nunca le vuelven a hablar, pero lejos de desanimarlo, esas actitudes lo motivan a continuar demostrando que la reinserción es posible.


Cuenta que su primer trabajo en la institución pública donde le abrieron las puertas, fue como analista de datos, luego fue instructor de jóvenes en riesgo social que ahora son exitosos, laboran en municipalidades y gerencias, lo que le llena de orgullo, pues con su testimonio los exhortó a alejarse de las pandillas.


Además, trabajó en una Unidad de Género, en donde dice, fue el plus, ya que normalmente son las mujeres quienes hablan sobre temas relacionados al maltrato, pero él tuvo el chance de impartir talleres y capacitaciones al respecto; actualmente es técnico en municipalización y trabaja directamente con políticas a favor de la niñez y adolescencia a nivel departamental.


“He platicado de frente con personas que me han dicho que no creen en la reinserción, por eso vivo cuidando mi reputación y el espacio donde me desempeño para que las oportunidades continúen, no solo para mí, sino para otros jóvenes”, expresa.


Otro de los proceso que ha enfrentado es el de pasar de victimario a víctima, dice que después de ser parte de estructuras delincuenciales organizadas, ahora le toca enfrentar las consecuencias. “Me han atacado, no vivo temeroso porque sé que Dios me protege, pero hay secuelas, repercusiones, por eso es mejor analizar las decisiones que tomamos porque no solo afectan personalmente, sino a la familia”, asegura.


Expresa que ahora se siente alegre al ver llorar a su mamá de orgullo por sus logros y no de tristeza, por eso una de sus metas es finalizar las carreras de Pedagogía y Derechos Humanos para estudiar Administración Pública y así convertirse en un funcionario que pueda tomar decisiones y ejecutar proyectos relacionados a la niñez y adolescencia.


“Hay una persona que me dice que siempre existen los planes de la A a la Z, todos tenemos talentos que nos pueden generar recursos económicos con los que podemos subsistir, ni siquiera la última solución es meterse a una pandilla. Uno desconoce los programas que tiene el Gobierno, pero hay ministerios, secretarías y otras instituciones en donde los jóvenes pueden buscar ayuda antes de dar un mal paso”, finalizó.


Conoce más de la historia de Luis aquí: DE LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD AL CAMINO DE LA REINSERCIÓN   

*nombre ficticio para proteger su identidad
Texto: Carolina Hernández
Fotografía: Nadia Cabrera