Sergio* (nombre ficticio) escuchó su nombre en las bocinas y caminó al escenario con una sonrisa adornando su rostro. Su mamá estaba en el público y no solo sonrió, también aplaudió y se paró para acompañarlo a recibir su diploma de educación primaria.

Esta no fue una clausura común, en realidad fue una en la que se hizo evidente cómo con oportunidades los adolescentes y jóvenes pueden alcanzar sus metas, pues el grupo que recibió los diplomas de primaria y básico forma parte del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones -CEJUPLIV- II Anexo.

Como él, 35 adolescentes y jóvenes concluyeron una meta en su formación académica y, aunque se encuentran privados de libertad, es un logro que los hace sentir orgullosos, llenos de esperanza y con ánimo para lograr un mejor futuro.

“Esto me motiva a seguir mis propósitos, tengo el sueño de seguir hasta la universidad y tener una maestría, no sé en qué, pero sí quiero eso. A todos les digo que se motiven a estudiar y no esperen a que otra persona los motive”, expresó Sergio*.

En el grupo también participó Manuel*, quien recibió el diploma de tercero básico y para quien este paso representa el cambio que ha logrado durante el proceso de reinserción que realiza dentro de CEJUPLIV II Anexo.

“En este centro hemos tenido muchas oportunidades y siento que sí las hemos aprovechado. El cambio que tenemos es gracias a nuestros maestros, quienes forman parte de estas pequeñas etapas que nos van a servir para ser personas de bien, para ser alguien la vida, seguir luchando y que un día nuestra familia se sienta orgullosa”, expresó Manuel.

Susan Boche, directora del Centro de Educación Extraescolar -CEEX-, por medio del cual se dirige toda la parte académica, comentó que, al salir del centro, el contar con educación les ayuda a tener oportunidades y se dan cuenta que esta es un pilar importante para su propio desarrollo.

Texto y Fotografías: Cecilia García