Un milagro. Esa es la palabra que mejor describe la experiencia de Marcelo Ramírez, quien, tras ocho años de permanecer lejos de su hogar, finalmente pudo reencontrarse con su familia. Ello, gracias a las diligencias realizadas por la Subsecretaría de Protección de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia.

El secretario Francisco Molina hizo entrega oficial de Marcelo a su familia.

Marcelo es un chico con discapacidad leve, tiene 29 años y desde hace ocho años se mantenía bajo el abrigo del hogar Onice 3, en Quetzaltenago, luego que un juez competente decidiera su institucionalización en 2013.

La familia del joven sufrió un calvario cuando en 2013, este desapareciera sin dejar rastro. A pesar de buscarlo por todas partes, incluso en la frontera con Honduras, nunca pudieron ubicarlo. A estas alturas, sus padres y hermanos se resignaron y lo dieron por perdido.

Marcelo inicia el recorrido del último tramo antes de reunirse con su familia.

Un día para olvidar

Marcelo quien no puede comunicarse de forma verbal salió de su casa y se desorientó. Fueron los elementos de la Policía Nacional Civil, quienes lo rescataron, luego de percatarse que se encontraba perdido. Tras reportar su hallazgo y de ser imposible conocer su origen, fue trasladado a la Procuraduría General de la Nación y su caso traslado a un juzgado, en el cual se determinó su destino: el hogar Onice 3. Así lo narra, Elizabeth Monzón, directora de dicho centro.

El padre de Marcelo calza su huella digital en el documento que ampara la reintegración de Marcelo.

En dicha residencia, se atiende a 25 hombres adultos con discapacidad leve y moderada, quienes llegaron siendo niños al resguardo de la SBS y hoy por hoy, sin lugar a donde ir ni familia deben permanecer de forma indefinida a cargo del Estado. En él reciben educación especial, terapia de lenguaje, deportes y se les enseña a valerse por sí mismos en tareas básicas.

Un hallazgo afortunado

La trabajadora social Gladys Pérez, cuenta que en 2019 se iniciaron las gestiones para tramitar el Documento de Identificación Personal -DPI-, pues se pensaba que hasta ese entonces aún era menor de edad. No obstante, al registrar sus huellas digitales, estas fueron reconocidas por el sistema. Ello permitió establecer que Marcelo ya contaba con un número de DPI y con ello, su verdadero nombre y el de sus padres.

Elizabeth Monzón, directora de Onice 3 y Gladys Pérez, trabajadora social, acompañaron a Marcelo en la travesía hacia su hogar.

La información daba cuenta que su familia reside en San Juan Ermita, Chiquimula, por lo que Pérez se comunicó con Miltón xxx, presidente del Cocode local quien fue determinante para la ubicación exacta de la casa familiar.

Un día para recordar

El viernes 5 de febrero, los chicos de Onice 3 se despidieron de su compañero Marcelo quien finalmente podría reencontrase con su familia. Llanto, risa y palabras de nostalgia de sus compañeros y educadoras invadieron el acto, quienes se sentían tristes por su partida, pero satisfechos de ver una familia reunida.

Los compañeros de Marcelo se despidieron de Marcelo con mucho cariño.

Algunas horas más tarde, a las 3:00 de la madrugada, Marcelo Ramírez acompañado de las autoridades del centro emprendió el viaje desde la fría ciudad de Xelajú, hacía el caluroso departamento de Chiquimula para ver de nuevo a sus papás y sus hermanos.

En ciudad de Guatemala la comisión se reunió con Francisco Molina, secretario de Bienestar Social y Carlos Gómez, subsecretario de Protección, quienes acompañaron a Marcelo hasta su hogar en para hacer realidad de forma oficial, su reintegración al seno familiar.  

Fue al filo del mediodía cuando Marcelo fue recibido por sus padres, sus hermanos y su sobrino. “Estamos muy contentos de que vuelva con nosotros. Ya lo habíamos dado por perdido”, fueron las palabras de su madre.

Mientras tanto, el secretario Molina explicaba a la familia la forma en que fue encontrado y el proceso que se llevó para poder ubicarlos. Aseguró que para realizar este reencuentro fue determinante gracias al empeño y el interés que los miembros de la Familia SBS que no descansaron hasta restituir el derecho de Marcelo a contar con un hogar y el amor de sus padres.

Coordinación interinstitucional   

Yenifer Reina, jefa de la Unidad de Atención a Personas con Discapacidad de la SBS en Quetzaltenango, comenta que la coordinación interinstitucional fue clave en el hallazgo de la familia de Marcelo, y que fortalecer dicha relación podría coadyuvar a la reubicación de otros residentes.

Asimismo, aseguró que la Familia SBS está comprometida con la niñez y adolescencia “y en este caso de los adultos que han crecido dentro del sistema de protección de la SBS” para restituir sus derechos.