La Secretaría de Bienestar Social -SBS- por medio de la Subsecretaría de Protección y Acogimiento de la Niñez y Adolescencia reforzó los protocolos de salud en el Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia con Discapacidad, Severa y Profunda -ABI- donde se reportó un brote de Influenza tipo A.

La subsecretaria de Protección, María José Ortiz, informó que inicialmente se aisló a 12 residentes del ABI quienes recibieron atención médica y que se está trabajando con el área de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social -MSPAS- para tratar los casos y evitar su propagación.

Se reportan dos fallecimientos

Debido al brote fueron trasladados al Hospital Roosevelt, María G., de 12 años; y Alan T., de 17, quienes fallecieron debido a complicaciones en sus cuadros clínicos. Su fallecimiento ocurrió el 8 de abril.

María G. padecía parálisis cerebral infantil espástica, epilepsia y mal manejo de secreciones, ambas por antecedente, condiciones que agravaron su cuadro clínico; mientras que la condición de Alan era de discapacidad moderada, pero su saturación de oxígeno llegó a niveles de riesgo que ocasionaron las complicaciones.

Acciones en el ABI

Según un informe del Ministerio de Salud, hasta el martes 9 de abril, se contabilizaban 17 personas, en el ABI, con síntomas respiratorios, entre ellos 12 niñas, niños y adolescentes, tres adultos residentes y dos integrantes del personal.  

Ese mismo día, el 9 de abril, el personal de Salud realizó pruebas a cinco personas de este grupo, y aún se está a la espera del para influenza tipo A.  

Encargados del hogar indicaron que todo el grupo ha mantenido síntomas leves y que, durante los días siguientes, han tenido seguimiento médico, así como medicinas para atenderlos.

Este jueves, 11 de abril, el médico Leonel Palomino, del Centro de Salud, de zona 11, se presentó al hogar para realizar otra revisión médica, en la que se informó que hay dos nuevos contagios; sin embargo, cinco niñas ya se encuentran recuperadas.

“Nosotros continuamos informándole al doctor Palomino, diariamente, sobre el avance de cada uno, indicaron los representantes del centro.

El personal médico añadió que la evolución del grupo contagiado es bastante estable; y les llevaron sueros, así como vitamina C para reforzar el tratamiento.

“La condición clínica de base de los niños, niñas y adolescentes residentes en el hogar los predispone a presentar cuadros severos de la enfermedad”, indica el informe médico del Ministerio de Salud.

Prevención para evitar contagios

Para el próximo jueves, 18 de abril, se programó una jornada de vacunación contra el neumococo, un medicamento que ayudará a prevenir que las enfermedades respiratorias se conviertan en neumonía. A este procedimiento tendrán acceso todos los residentes del hogar, así como el personal que labora en este.

Este mismo día también se realizará una jornada de desparasitación y suplementación nutricional; ambos procedimientos se realizarán por parte del Centro de Salud, de zona 11. 

Entre las recomendaciones dadas por la institución está el uso estricto de mascarillas, el aislamiento de los afectados, reforzar el lavado de manos, tratamiento sintomático y referir de inmediato al hospital aquellos casos que presentan complicaciones.

¿Cómo funciona el ABI?

El Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia con Discapacidad, Severa y Profunda -ABI- forma parte de la Dirección de Protección Especial y Acogimiento Familiar y Residencial, de la Subsecretaría de Protección. 

En este departamento se atiende a niñas, niños, adolescentes y residentes adultos que han sido vulnerados en sus derechos. Se trata, especialmente, de residentes cuya situación está asociada a diagnósticos psiquiátricos, y discapacidad física, que han sido víctimas de abandono, maltrato físico y emocional, rechazo familiar y social.

La mayor parte de las y los residentes bajo resguardo y protección de este hogar padecen de parálisis cerebral en sus distintas modalidades, así como Síndrome de Down y Autismo. Cada uno cuenta con diagnóstico específico y tratamiento especializado tal como dietas, rehabilitación física y ocupacional.

Aunque el hogar atiende a niñas, niños y adolescentes de 7 a 18, también hay residentes adultos, quienes no cuentan con recursos familiares o comunitarios que cuiden de ellos y por eso permanecen en el hogar.  

Texto: Carolina Hernández y Cecilia García
Fotografías: ABI / Secretaría de Bienestar Social

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