La Subsecretaría de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia, de la Secretaría de Bienestar Social -SBS-, con el objetivo de la no repetición y evitar una tragedia, impulsa el Nuevo Modelo de Acogimiento Residencial, en sustitución del modelo que se utilizaba anteriormente de macroinstitución.

Este nuevo modelo se basa en la atención personalizada, perfilación y proyecto de vida de niñez y  adolescencia, que permite tener control en cada una de las casas. En esa línea, se pasó de tener centros con más de 50 niños, niñas y adolescentes -NNA-, a otra plataforma de atención, que de abril de 2018 a la fecha se extendió a 16 residencias, en las cuales se busca el bienestar de no más de 16 menores por cada residencia.

Sin embargo, uno de los retos más grandes que la SBS ha enfrentado con la puesta en marcha del Nuevo Modelo de Acogimiento Residencial, es encontrar inmuebles que reúnan las condiciones mínimas para la estancia de los menores, ya que deben estar en áreas céntricas para que los servicios educativos y de salud estén accesibles, tal y como lo establece el principio de celeridad que ordena la ley. 

Estas características hacen que el 90% de la población niegue arrendar las casas a la SBS. “Pese a cierto rechazo de los propietarios hemos logrado avanzar en el modelo de desconcentración con el alquiler de viviendas a precio de mercado, lo cual ha sido la condición básica para la contratación”, indica el subsecretario de Protección y Acogimiento, Marwin Bautista, al explicar que no existe un abanico de ofertas para escoger. 

También agrega que se han tenido pláticas directas con la SENABED, para optar a algunas  viviendas para los menores y evitar pagar arrendamientos, pero la mayoría de estas casas que han sido bienes en extinción de dominio por parte del Estado, se encuentran en condominios privados, donde se ha tenido experiencias anteriores y se dificulta que los vecinos quieran compartir con los menores.

Pero el Modelo de Acogimiento Residencial ha avanzado en la separación de perfiles, luego de la evaluación individualizada de cada uno de los casos. En cuatro residencias están los adolescentes víctimas de maltrato en cualquiera de sus formas, a quienes se les están restituyendo sus derechos; en otra, centralizada en Quetzaltenango están aquellos con capacidades especiales; también hay tres casas para quienes están en proceso de alcanzar su autonomía.

 Y el cuarto perfil, también separado del resto, es el de los menores que requieren atención especializada por su eventual dependencia a sustancias ilegales, su posible vinculación con pandillas o en condición de calle. Sobre adolescentes con este perfil, el Subsecretario Bautista indica, “de las 21 residencias solamente en dos, coincidentemente donde habitan los adolescentes de este perfil, hemos tenido problemas, el resto se ha adaptado adecuadamente al nuevo programa”.

Contratar personal para interactuar, guiar y recuperar a estos NNA que requieren atención especializada también ha sido complicado, por ello se requiere que tengan disposición, actitud y sobre todo, compromiso de contribuir a la recuperación efectiva de estos menores. Ahora mismo, se está desarrollando una metodología específica, que se prevé, esté lista para mediados de este año. “Únicamente estamos a la espera de finalizar el Modelo de Atención Especializada para que ya el 100% de nuestra población se encuentre estable”, puntualizó Bautista.