Distracciones, poca concentración, apatía, discusiones, berrinches y llantos… así se ve el momento más temido por muchos adultos que cuidan de niños y niñas, es el momento de hacer la tarea. Así que toma una pausa, respira y lee lo que te compartimos aquí.

Aunque es cierto que esta parte del día puede convertirse en un verdadero desafío, es importante no temer, armarte de valor y tomar la situación en tus manos. Para esto te compartimos algunos consejos de las profesionales del programa Casa Joven de la Familia SBS y que así superes la misión.

La asignación de tareas tiene varios motivos, en general sirve para hacer un repaso y practicar lo que se aprendió en clase. También es la forma de preparación para un tema nuevo y una herramienta para desarrollar hábitos que les servirán por el resto de su vida.

Prepárate y establece rutinas

La buena comunicación será el primer paso. Pregunta qué es lo que menos le gusta de la tarea, qué es lo que más le cuesta hacer y así entenderás por qué hay apatía o desinterés. Esto te permitirá saber cómo actuar y detectar si hay problemas que abordar con más atención.

Ajustar la rutina al llegar a casa contribuye a preparar el ambiente; por eso, Brenda Vásquez, de Casa Joven Peronia, recomienda que al regresar de la escuela es preciso que se hidraten, que tomen sus alimentos y tengan un tiempo para descansar antes de comenzar.

“Busquemos un espacio cómodo, tranquilo, con iluminación, que sea adecuado y que propicie el deseo de hacer cosas”, apuntó.

Fuentes: María González, Casa Joven Villa Nueva; Blanca Benavides, Casa Joven Amatitlán

Involucrarse es fundamental

Decirles y repetir que es hora de hacer la tarea no es suficiente. También es vital demostrar que estás presente y pendiente de lo que hacen. Por eso, revisar agenda y cuadernos es un ejercicio que debes hacer diariamente.

“En Casa Joven Mixco consideramos que es fundamental brindar calidad de tiempo, aunque no haya cantidad, esto sirve más para resolver las dudas que puedan tener los estudiantes”, recomendó Michelle Palma, encargada de la sede.

Con presencia constante, las niñas y niños llegan a sentir más confianza de preguntar sin pensar que es malo hacerlo. A esto se le suma la importancia de contar con refuerzo positivo que alimente su autoestima, por medio de felicitaciones, sugerencias e incluso premios sencillos como un refrigerio casero o tiempo para algún pasatiempo específico.

Al final, cada niña, niño y adolescente es diferente y requiere que verifiques constantemente su progreso; por ello es vital hacer el esfuerzo por involucrarse o buscar la forma de que una persona adulta pueda darles acompañamiento en esta fase que será fundamental para su desarrollo.  

Texto: Cecilia García

Que el amor sea lo más importante en tu familia

  • Un refrigerio, sencillo, pero con amor, puede cambiar por completo el momento y convertirlo en algo ameno que dejará gratos recuerdos.
  • El refuerzo positivo se puede hacer por medio de palabras afirmativas, contacto físico, pasar tiempo juntos, y darles ánimo ante las dificultades.