“Ustedes no son víctimas. Son sobrevivientes. Además, son extraordinarias y muy fuertes porque no es fácil soportar lo que ustedes han tenido que vivir”. Estas son las palabras con las que *Lucía se dirigió a sus antiguas compañeras, quienes son atendidas por la Secretaría de Bienestar Social -SBS- para restituir sus derechos, tras sufrir violencia sexual.

La joven madre, hoy mayor edad, asistió al segundo aniversario del Programa Especializado para Niñez y Adolescencia Víctimas de Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, en donde contó su experiencia de vida para animar a sus compañeras a no desmayar en su intento por dejar el pasado y emprender un futuro con mucha esperanza.  

“Ustedes no son víctimas. Son sobrevivientes”, afirmó *Lucía.

“Yo era una niña como ustedes sufrí violencia sexual cuando tenía 12 años. Debido a eso tuve un embarazo siendo menor de edad. Mi agresor fue mi progenitor, por lo que sufrí de incesto”, afirma *Lucía, sin embargo, sostiene con mucha seguridad: “No me gusta causar lástima”, mientras retiene las lágrimas en sus ojos y recuerda la forma cómo fue tratada al llegar al centro.

“Este no es un programa. Cuando pienso en este lugar, pienso en mi hogar. Acá encontré una familia, encontré 36 hermanas, siete mamás, dos tías, para quienes ustedes son la razón de todo. Se los digo desde el fondo de mi corazón”, agregó la muchacha, quien explica que el personal estuvo pendiente de ella, incluso en horarios no laborales.

*Lucía afirma que la residencia es su hogar, en donde encontró una familia.

“En la sala de arriba, hay una frase que dice que uno debe tener un propósito. Cuando yo lo vi, pensé como una adolescente víctima de violencia sexual podía tener un propósito, sin embargo, gracias a la atención recibida, cambió mi forma de pensar”. Al salir del centro no sabía qué hacer, y tras un intento fallido, logró encontrar trabajo en un restaurante de comida rápida.

“Yo tenía tanto miedo al salir de acá, pero quería demostrarle al juez y a todos, que yo no iba a quedar como una niña víctima de violencia sexual. Ustedes no son víctimas son sobrevivientes. Nadie aguanta lo que ustedes aguantaron. Solo las personas fuertes pueden hacerlo”, subraya.

Gracias a ello, pudo reencontrarse con su bebé. “Lo único que sé es que lo colmaré de mucho amor”, afirma, mientras hace referencia al libro Así habló Zaratrusta del filósofo alemán, Federico Nietzche, a quien parafrasea afirmando que “Lo que he logrado, demuestra que somos resultado de nuestras circunstancias, pero nosotros provocamos estas circunstancias”.