LINA COSECHA LOS FRUTOS DE LA REINSERCIÓN LABORAL CON APOYO DE LA SBS

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*Lina es uno de los 101 jóvenes reinsertados exitosamente a la vida laboral este año, con la intermediación de la Dirección de Prevención Terciaria, dependencia de la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal.
 
Además de trabajo, en la Secretaría de Bienestar Social –SBS- también se le dio seguimiento psicológico y se le abrió camino para que pudiera ingresar a la universidad, en donde cursa el cuarto semestre de Pedagogía, pero el camino no ha sido tan fácil para esta joven de 20 años.
 
Ella ingresó al Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres, a los 17 años. Tras cumplir 24 meses de sanción, salió con esperanzas de un mejor futuro. Sin embargo, los días, las semanas y los meses fueron pasando y no logró encontrar una oportunidad laboral, su estado de ánimo decayó.
 
Cuando decidió acercarse a Prevención Terciaria estaba desesperada, pero encontró consuelo y pronto ella y otra joven fueron las primeras en ser contratadas por la Fundación Manos que Ayudan –AMA-, tiempo después, un problema de salud impidió que continuara.
 
Al recuperarse, de nuevo empezó a buscar trabajo, pero no tuvo éxito debido al estigma por haber estado en un centro de privación de libertad y por su inexperiencia en el campo laboral. De nuevo acudió a la SBS en busca de apoyo y hace tres meses fue ubicada en una venta de comida.
 
Su jefe, Henry Gaytán, dice que es una joven muy responsable, honesta, humilde y chispuda. “Desde que la conocí se ganó mi confianza y es muy agradable poderla ayudar. Pienso que las pequeñas y grandes empresas deberían darles oportunidades de trabajo a estos jóvenes, que han cometido un error, pero que merecen una segunda oportunidad, porque son el futuro de nuestro país”, expresa.
 
Lina está consiente de que las malas decisiones y las amistades incorrectas la llevaron por un camino escabroso. Aunque siempre fue una niña educada y correcta, hubo un punto de quiebre en su vida y fue la separación de sus padres. Prácticamente ella creció junto a su abuela, quien siempre la ha apoyado, pero fue la necesidad de atención lo que le hizo actuar mal.
 
La psicóloga de Prevención Terciaria, Janette Argueta, explica que Lina ha respondido positivamente a su terapia, dice que es muy optimista y de nuevo destaca su responsabilidad, además de ser una líder nata. “En la reinserción y resocialización para nosotros ella es un caso de éxito”, resalta.
 
“No me gustaría repetir la mala experiencia por la que pasé, yo quiero algo mejor para mí, para mi familia. Quiero que me miren cambiar para bien, que se sientan orgullosos por mis logros y mi esfuerzo me hace sentir satisfecha. He tenido la dicha de recibir apoyo, porque no todos tenemos esa oportunidad”, dice la joven, quien ahora cosecha los frutos de su trabajo, con lo que puede llevar sustento a su familia y pagar sus estudios universitarios.
De acuerdo con datos de la Dirección de Prevención Terciaria, los jóvenes reintegrados laboralmente se desempeñan en áreas de servicio, comercio, agricultura y producción.
 
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Nadia Cabrera