Contar con instalaciones idóneas de infraestructura es esencial para que las terapias de reinserción de los jóvenes en conflicto con la ley cumplan con su objetivo, que es ofrecerles una segunda oportunidad para que puedan reintegrarse a la sociedad de forma efectiva.
De esa cuenta, el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones -CEJUPLIV- Gaviotas fue objeto de diversas remodelaciones como la creación de caminamientos, la circulación de canchas, el mantenimiento de áreas verdes, así como el remozamiento de pintura.
El secretario Francisco Molina hizo una visita sorpresa a dicho para verificar dichas mejoras estructurales, así como la atención que se le brinda a los adolescentes y jóvenes que cumplen sanción.
Molina constató que los trabajos se han hecho de forma efectiva y en el tiempo adecuado, lo cual ha permitido que el centro haya cambiado de forma sustancial durante los últimos tres años.
El titular de la Secretaría de Bienestar Social -SBS- recordó que en 2017 realizó la primera supervisión en el centro, el cual tenía una apariencia muy diferente a la que tiene actualmente. “En esa ocasión hasta el aire que se respiraba era distinto, había un olor fétido en el ambiente que evocaba el encierro. Ese día pude platicar con *Luis, su aspecto era pálido, sudoroso y estaba muy flaco”, narró.
Hoy *Luis ya salió del sistema de adolescentes en conflicto con la Ley Penal y se ha reinsertado con éxito a la sociedad. Él tuvo la oportunidad de ser beneficiario directo del Modelo de Gestión Juvenil, pues sus últimos años de sanción los pasó en Casa Intermedia, en donde tuvo una transformación rotunda y ahora se gana la vida de una manera honrada.
Molina agradeció al personal a cargo del centro y de la Subsecretaría de Reinserción porque han hecho posible los cambios que paulatinamente se han implementado en el resto de centros juveniles de privación de libertad, que pasarán del modelo tradicional al uso del Modelo de Gestión Juvenil, único en la región y claro ejemplo de que en la Familia SBS se trabaja por las segundas oportunidades.
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Luis Sajché
