Orientar y sensibilizar a las Niñas, Niños y Adolescentes –NNA- sobre el peligro que representa integrarse a grupos antagónicos o consumir sustancias ilícitas, son de los principales objetivos del Programa de Prevención de la Violencia y el Delito que se desarrolla por medio de la Dirección de Prevención Terciaria, de la Subsecretaría de Reinserción, para incidir en los NNA y evitar que lleguen a los centros de detención juvenil.
La Secretaría de Bienestar Social –SBS- trabaja este programa en conjunto con el Organismo Judicial –OJ- y la Policía Nacional Civil –PNC-, estos últimos brindan acompañamiento y traslado a los colaboradores debido a que llegan a sectores vulnerables a la violencia.
Carlos Gómez, director de Prevención Terciaria, explicó que impartir charlas en centros educativos sobre las secuelas del consumo de drogas y alcohol, comunicación asertiva, presión de grupo e involucramiento de pandillas constituye un esfuerzo para que los NNA no ingresen al sistema judicial.
“Lo que hacemos es explicarles las consecuencias que implican tomar el camino incorrecto, que participar en este tipo de cosas no les va a traer nada positivo y estamos haciendo hincapié en la comunicación entre padres he hijos”, dijo Gómez.
Noelia Romero, encargada del programa, indicó que este año trabajan con cuatro centros educativos públicos, uno de ellos de nivel primario y el resto de básicos, ubicados en las zonas 6 y 18, sectores altamente vulnerables a grupos delincuenciales y organizados.
Las pláticas se imparten una vez al mes, en jornadas matutina y vespertina. “Antes de iniciar los temas tratamos de que participen en dinámicas dirigidas, lo segundo es trabajar en la firmeza de cada uno para que puedan rechazar lo que no quieren hacer o consumir, por eso es importante trabajar en el tema de presión de grupo; también les pasamos un cortometraje con alguna reflexión”, indicó Romero.
La Dirección de Prevención Terciaria de la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, es la encargada de darle seguimiento a los jóvenes en conflicto con la ley penal o bajo medidas socioeducativas, con el propósito de dotarles de herramientas para que adquieran habilidades que les permitan su integración social, educativa y laboral.
A los jóvenes se les brinda atención psicológica, orientación y apoyo educativo y también se les ayuda con intermediación laboral, todo por medio del equipo multidisciplinario que se asegura de establecer su integración social, laboral, educativa y familiar.
