*Lorena ha estado en hogares de protección desde que tenía 8 años.

Para muchas adolescentes llegar a los 15 años y tener una fiesta no es algo extraordinario, pero para *Lorena, quien ha vivido en residencias de protección desde los 8 años, el modesto agasajo sorpresa que organizaron sus amigas y el personal del Hogar Coatepeque es algo que jamás olvidará.

Dos semanas antes de su cumpleaños, Lorena ya estaba emocionada y ansiosa. Cada vez que podía le recordaba a “Mami Angélica”, que pronto llegaría a sus 15 años y hablaba de una fiesta soñada.

Angélica Vásquez, coordinadora del Programa de Atención Especializada a Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia Sexual y Trata de Coatepeque, Quetzaltenango, dice que sin que la joven se diera cuenta, organizaron un festejo, eso sí, muy inusual y adaptado a las medidas de contención por el COVID-19.

¡Sorpresa!

¡El gran día llegó! Desde muy temprano sus compañeras la empezaron a consentir. Le hicieron un peinado y la maquillaron. Le dijeron que cerrara los ojos y cuando los abrió, vio delante de ella un hermoso vestido fucsia, con encajes, casi tornasol. Quedó maravillada y no dudó en ponérselo de inmediato.

Su amigas y compañeras la ayudaron a ponerse el vestido, la peinaron y maquillaron.

Faltaba más, había una tiara y una gargantilla. Sus compañeras dijeron que parecía una princesa. Así salió al patio de la residencia, escoltada por sus “chambelanas” y con otra chica que le abría el paso con pétalos de flores.

Afuera la esperaban todas sus compañeras, Lorena fue recibida con con aplausos. No podía faltar el vals, la comida, el pastel y la tradicional muñeca quinceañera, elaborada por su amiga *Celeste. 

Los 15 años de Lorena fueron muy emotivos. Las adolescentes están en total aislamiento del exterior, aunque muy conscientes de lo que sucede en el país y el mundo, en medio de la crisis, decidieron dar a su compañera un momento de alegría.

Promesa de corazón

“Estoy muy agradecida por todo lo que hicieron por mí y prometo nunca más hacerme daño”, dijo Lorena a “Mami Angélica”, un día después de la celebración. Lorena tuvo una infancia difícil, aún así, le sonríe a la vida y su personalidad alegra a sus compañeras.

“Ella cuenta que ha estado en cinco hogares distintos, pero acá se ha sentido en familia. Este evento le marcó la vida, pues nunca imaginó celebrar sus 15 años.”, narra Vásquez, quien agrega que fue el equipo de turno quien gestionó todo lo necesario para hacer la celebración y agradece a las personas de buen corazón que hicieron posible el sueño de Lorena. 

Como parte del Nuevo Modelo de Protección, a Lorena se le proporciona una atención integral dentro del Hogar Coatepeque, que incluye cuidados de salud, educación, trato digno y actividades que le dan herramientas para su vida independiente.

Dentro de las residencias las adolescentes no usan mascarilla, pues están en completo aislamiento con el exterior. Desde que inició la pandemia se ha prohibido el ingreso de visitas y el protocolo de contención por COVID-19 es estricto con el personal que ingresa. Gracias a esas medidas se han detectado casos de forma temprana.

*Nombres ficticios en cumplimiento de la Ley PINA